Caribbean College of Christian Counseling

Sobre la Ley para Reglamentar la práctica de la Consejería Profesional en Puerto Rico.
LEY NUM. 147 DE 9 DE AGOSTO DE 2002

   En el Estado Libre Asociado de Puerto Rico no se requiere licencia del estado para una persona que trabaje como consejero cristiano profesional para una organización religiosa. El documento oficial sobre dicha ley establece que "Ninguna cláusula de esta Ley se aplicará a las actividades y servicios que ofrecen rabinos, sacerdotes, ministros, pastores o laicos de cualquier denominación o secta religiosa, siempre que dichas actividades y servicios se ofrezcan como parte de sus deberes y tareas ministeriales regulares o especializadas en el marco de la consejería pastoral." (Artículo 16, inciso C)

   De ésta manera una persona que ostenta el título de Consejero Cristiano puede identificarse como un profesional, según su preparación académica, y así ofrecer sus servicios especializados a la comunidad cristiana, como parte de sus deberes y tareas regulares, como empleado, voluntario o asalariado, de una organización religiosa, e incluso podría ser empleado exclusivamente para ese propósito, dentro del campo ministerial. 

¿Qué es consejería cristiana?
Consejería cristiana, también conocida como consejería pastoral, es una forma de terapia que integra las enseñanzas cristianas con la psicología.
En la consejería cristiana, se combinan técnicas psicológicas y métodos terapéuticos con la filosofía cristiana para proveer con una forma de consejería que es espiritualmente orientada y que refleje facetas de la religión cristiana. La consejería cristiana tiene sus bases en la práctica de la psicología. Para poder practicar la consejería cristiana, el terapista tiene que haber recibido entrenamiento en consejería o psicoterapia. Debe tener un fuerte conocimiento de la Biblia y el cristianismo y tener una fuerte fe en la religión cristiana.
¿Cuál es la diferencia entre un consejero cristiano y uno secular?
Para comenzar debo establecer la diferencia entre un psicólogo, psiquiatra y un consejero. El psicólogo es un profesional de la salud mental que se ha preparado a nivel doctoral en el campo de la psicología y está capacitado para evaluar y diagnosticar enfermedades mentales y prescribir las psicoterapias correspondientes. El psiquiatra tiene la misma preparación, con la adición de la medicina general, siendo su conocimiento similar al de su médico de cabecera, y teniendo la capacidad de prescribir medicamentos. Ambos profesionales pueden ofrecer consejería. El consejero en propiedad, generalmente no necesita alcanzar un grado doctoral, no está, por lo general, autorizado a diagnosticar enfermedades mentales, si no es clínico (nivel doctoral), aunque debe estar preparado para identificar las mismas. Su enfoque es en la búsqueda y solución de problemas que puedan estar causando angustia y conflictos, y que podrían estar afectando la salud mental del paciente. El consejero ofrece terapias, mediación y resolución de conflictos emocionales interpersonales, y durante una sesión con un consejero no se verán muchas diferencias con una sesión con un psicólogo.
La consejería cristiana tiene muchas cosas en común con otros tipos de consejería. El propósito de la consejería cristiana, al igual que la secular, es de ayudar a las personas a superar sus dificultades, encontrar un propósito en la vida y mejorar la salud y bienestar general de la persona.
En una sesión de consejería cristiana, el terapista se referirá a las enseñanzas de la Biblia (por analogía) que podrían ayudar al paciente a sobrellevar sus problemas, y que provean con fortaleza y dirección, según la necesidad. El terapista, utilizando dichas técnicas también podría orar con el paciente durante la sesión de consejería, lo cual no suele ocurrir con un consejero secular.La premisa básica de la consejería cristiana es que la Biblia y sus enseñanzas tienen mucho que ofrecer en términos de sabiduría práctica, dirección y consejos, particularmente en el manejo de áreas que comúnmente causan conflictos y angustia a las personas. Esto puede envolver relaciones interpersonales, asuntos matrimoniales, familiares, y el manejo del sufrimiento humano en general.Mientras que métodos y técnicas de la psicología moderna podrían ser empleados en la consejería cristiana, algunos consejeros cristianos creemos que la Biblia debe ser la última autoridad y no la psicología. Por lo tanto mantenemos un balance entre las técnicas y métodos de la psicología con las enseñanzas Bíblicas, dejándole a la Biblia que tenga la última palabra. Por estas razones la mayoría de los consejeros cristianos no aspiramos a licencias profesionales reconocidas por el estado.